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La escuela de Ceceda

6 de septiembre de 2012

Las escuelas de Ceceda tienen más de siglo y medio de existencia. En la actualidad se conservan las dos aulas, una de ellas destinada para la Educación Infantil y la otra para la enseñanza de los ciclos de Primaria.

La escuela es y ha sido uno de los  lugares inolvidables y principales de la vida social de Ceceda. Pin Ureta nos habla de aquella infancia en la que “las lecciones se aprendían al pie de la letra, se escribía la plana con pluma y tintero y el palu de avellana corregía las travesuras y las  faltas de ortografía, de estudio y de disciplina”.  Había unos exámenes  a final de curso que servían para entregar los premios instituidos por el Doctor Roel que también dejó en su testamento la visita médica de los viernes para examinar la salud e higiene de los escolares. Pin recuerda especialmente la escuela de Corona en la que  algunos escabecheros, por un módico precio, aprendieron  las primeras letras.

Escuela de Corona, 1934

Veamos algo sobre la historia de la escuela de Ceceda siguiendo el estudio de Alfonso Rodríguez

En 1847 hay ya escuela en Ceceda como figura en el Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de Madoz, una escuela con 80 niños de Ceceda y alrededores. En 1891 Juan A. Llamedo financia la construcción de una nueva escuela con dos aulas para separar niños y niñas según la costumbre de la época. Con la Fundación Roel llegan las visitas semanales del Médico a la escuela, los premios Fin de Curso en metálico, en libros y en material escolar a los alumnos destacados y los incentivos a los maestros siempre que el 25% de los alumnos llegase al sobresaliente. Para evaluar a los alumnos se constituía un tribunal formado por el alcalde, el cura, el médico y dos maestros del concejo, vinieron de Pruneda, Cesa, Ovín, Piloñeta….Los alumnos destacados recibían premios en dinero, en libros y en material escolar. El tribunal era solo medio imparcial, los maestros siempre tuvieron premio y los niños también.

La escuela de Ceceda de principios de siglo recogía niños de otras parroquias de alrededor, que no tuvieron escuela hasta la segunda década del XX y estaba saturada, en las fotos que existen se cuentan hasta más de 70 alumnos con el maestro y otras tantas alumnas con la maestra y de todas las edades. No se podía aprender en este estado más que lo básico. El método de aprendizaje de la escuela era la memorización de la lección en voz alta, cuanto más mejor.

Según cuenta Pin Ureta: “aquello parecía una segunda Babel, pues mientras uno cantaba el pretérito pluscuamperfecto del verbo amar, el de al lado cantaba los nombres de los hijos de Jacob y el de atrás cantaba la tabla de multiplicar”.

El humor del maestro dependía del resultado de la partida, si ganaba traía la visera echada hacia atrás, si perdía la traía calada. Si ocurría esto último, ya podíamos andar con cuidado toda la tarde”.

No siempre fue así, la escuela de D. José Antonio que conocimos la mayoría era un lugar al que se iba de buena gana, la clase era un ambiente agradable en que la regla de medir aparecía en raras ocasiones. Pero sin duda lo que más se recuerda de la escuela son los recreos y los partidos de fútbol en el CampudelaIglesia con la estatua de Roel como fiel espectador. Serían interminables si no fuera porque llegada la hora el maestro tocaba las palmas para entrar en clase.

Si algo llama la atención a ojear las actas es la impecable caligrafía de los secretarios, escritas con pluma y tinta hasta 1965 coincidiendo con la finalización en el puesto de secretario del maestro D. José Antonio González y la entrada de D. Gerardo Cueto que trae el primer bolígrafo a las actas.

Durante 27 años el puesto de secretario-contador lo ocupó D. Jesús Antonio de la Vega desde el inicio en 1907 hasta 1934, era maestro de Ceceda, hombre de excelente caligrafía que hacía homologar a todos los alumnos que pasaban por sus manos sin reparar en métodos expeditivos. Su estilo de redacción es barroco y florido como muestra este párrafo que abre el libro de actas:

Es conocido de todos el acto magnánimo nunca bastante elogiado del ilustre Doctor Médico y eximio filántropo D. Faustino García Roel, instituyendo a favor de este pueblo la Fundación que lleva su nombre con un capital de tanta importancia y bases tan sabiamente establecidas que preparan para no remotos tiempos completa y bienhechora transformación de este afortunado lugar cuya prosperidad y extensión de beneficios en el futuro es verdaderamente incalculable por todo lo que se ha de rendir a aquel prócer gratitud eterna”.

No es casualidad que de Ceceda hubieran salido varios empleados de banca y administrativos gracias a la letra impuesta por este maestro. Y es que de la importancia de la letra dice mucho que hasta los años 60 existían en las ciudades unas personas llamadas memorialistas instaladas en unas cabinas en la calle que le escribían a quien lo necesitara desde una instancia para la administración a una carta para la novia.

Fuente: Centenario Fundación Roel (1909-2009). Texto de Alfonso Rodríguez (el autor se refiere en el texto a las actas de la Fundación Dr. Roel)

En la actualidad, en Ceceda está la sede del C.R.A. La Coroña, que cuenta  con un pequeño despacho de dirección y una sala de profesores que sirve además de biblioteca y donde se ubican los fondos bibliográficos utilizados para el servicio de préstamo de una Biblioteca Itinerante.

Las aulas de le escuela de Ceceda de hoy cuentan con equipos informáticos para acercar a los niños a las nuevas tecnologías. Desde el curso 08/09 el centro participa en el Programa Asturias en la Red.

La comunicación entre el pasado y el presente puede apreciarse en actividades como las que aparecen en el blog del CRA: un reportaje sobre los juegos de ayer, una actividad en la que un grupo de abuelos se acercaron a la escuela para mostrar los juegos con los que se divertían cuando eran niños (las canicas o boliches, el juego del florón o anillo o “un,dos,tres, palomita blanca es…”); y otra visita de los güelos para hablar a los niños sobre cómo celebraban ellos L´Antroxu cuando eran pequeños. La relación con el entorno se refleja en otra actividad que se menciona y que sirvió  para apoyar el estudio en el aula de una unidad didáctica sobre los animales en la que contaron  con la colaboración de dos familias, los Rodríguez de la Ganadería de Les Arriondes y los Fernández-Vega del Campulotu.

Güelos y neños en la escuela de Ceceda

De la escuela de ayer a la escuela de hoy

Fuente: Blog del CRA La Coroña

Visita recomendada…

Museo de la Escuela Rural de Asturias en Viñon (Cabranes)

El Museo en la Red de Museo etnográficos de Asturias

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